Nos damos una vuelta por la Feria Nacional del vino a ver qué se cuece en el sector. La apuesta por la creatividad en las etiquetas, predomina sobre todo en los vinos jóvenes.

Empezamos nuestra visita a Fenavin con muchas ganas de encontrarnos etiquetas originales, y como siempre, el mercado del vino no nos decepcionó. Grandes diseñadores y grandes ideas, nos encanta este sector porque es un ejemplo de cómo llevar de forma excelente el desarrollo creativo de negocio en pequeñas empresas.
Nos sorprende la bodega gallega Ramón do Casar. Hijo de emigrantes gallegos, ha querido reflejar en su botella ese espíritu luchador y esa nostalgia de la tierra del emigrante. Como vemos, en la imagen, son fotos reales de aquella época, y añade la postal que le mandó su padre al llegar a tierras argentinas a su madre, y la respuesta de ésta cuando le llegó. Sencillamente, nos encanta.

Seguimos con una muestra de estilo urbano, que sorprende en una bodega riojana, Street wines y todas sus variedades que siguen el mismo diseño. Nos cuentan que han querido apostar por la diferenciación entre los vinos más tradicionales.

Y tú qué vida llevas? La mala vida, (bodegas arráez) una bodega que rompe con lo establecido. Sus vinos de autor son arriesgados, pero su tono canalla nos parece una apuesta ganadora.

Hay algo más simpático que una oveja? El culo de una oveja. Las bodegas y viñedos Fontana muestran su vino blanco y tinto con sendas ovejas blanca y negra. Y en el anverso de la botella podemos ver la parte de detrás. Una estrategia simpática para un vino que ronda los 6-8€

Está claro que la personalización de las marcas resulta clave para asociar valores a nuestro producto. La bodega Peñafiel así lo hace, con sus vinos con personalidad: El figura, el impertinente o el prenda son solo ejemplos de los personajes que asocian a sus vinos. Aunque nuestra favorita es La lianta, es con la que más nos identificamos.

Con una estética más de vermú que de vino ribera, que roza el cómic art y tiene destellos vintage, nos llega Barón de Filar, fumando pipa y con gafas de aviador. No puede dejar indiferente a nadie. Otra cosa es que te guste!

Otro de nuestros favoritos por la elaboración del packaging es 8 tickets. Desde la bodega Vihucas nos cuentan que han querido evocar el viaje del vino, con todas sus paradas festivas. Además incluyen un plano explicativo y pegatinas para señalizar tu botella. Este vino joven ronda los 8€ y no solo es envoltorio.

Vinosdivertidos ya lo deja claro desde el principio. Ojo de liebre o Cojon de Gato son algunos de sus nombres. Su estética vintage y su aire desenfadado encajan muy bien y el precio ronda los 7-8€.

Es dificil no enamorarse del Capitán Julián. Nos cuentan desde la bodega (ontinium) que el Capitán Julián es su enólogo, y les encantó la idea de hacer algo así. El tesoro del capitán es su joya de la corona, y su apuesta arriesgada es Embolicaire: una uva de subsistencia en la posguerra, que luego ha sido menospreciada y que ellos han querido reivindicar.

Por último, queremos destacar la bodega Celler de Roure, con su vino Cullerot. A veces los trazos sencillos y simples comunican mucho mejor nuestros valores que las saturadas tipografías de los vinos más tradicionales. Ellos han apostado por el diseño limpio y ligero, y nos encanta!]

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